Una amplitud de estudios señalan las ventajas comparativas de poseer estudios de Educación Superior. No solo los que han cursado estudios de Educación Superior obtendrán, en promedio, mejores trabajos, mejores sueldos, mejor salud, mayores niveles de satisfacción personal, sino que también se ‘casarán mejor’. La homogamia educacional es muy fuerte, de modo que más del 80% de las personas se casarán eventualmente con alguien de un nivel educacional igual o adyacente. De esta manera es muy difícil encontrar una persona con un magíster casándose con alguien que solo completó la educación básica. Esta persona que a lo más conoció a su profesor de octavo se casará, muy probablemente, con una persona que llegó a ese mismo nivel, que no completó la básica o que no completó la media. Y como tener estudios superiores lleva a tener un mejor nivel económico, casarse con una persona de un nivel similar duplica los retornos.
Esa puede ser una de las razones por las cuales una persona en sus tiernos 23 años decide seguir estudiando luego de recibir su cartón de Educación Superior. ¿O me van a decir que la universidad es más que un mercado de parejas? Hay otras razones para postular a uno de los más de 689 magíster, 136 doctorados, 144 ‘cursos’, 262 postítulos o 357 diplomados que se ofrecen en el país.
Puede ser el temor a competir en el mercado laboral, el terror a asumir que el sueldo que obtendrá un egresado de Diseño Gráfico será igual o inferior al de una Asesora del Hogar; la necesidad de obtener más herramientas para sacar ventajas comparativas entre los miles de psicólogos que gastaron millones en pesos y cinco años ne tiempo para poder entender su propia frustración y depresión al tomar ese trabajo de Vendedor de Seguros de Vida. También están aquellos que, dándose cuenta del terrible error que cometieron eligiendo esa carrera de vocación, ideales y voluntad para cambiar el mundo prefieren dar un giro a su carrera que trabajar en un Call-Center. Para otros es un rito de pasaje necesario (MBA), y, en otra veta están los que buscan la esquiva y dorada llave a la torre de marfil de ese mundo académico que no paga sino en esa extremadamente devaluada moneda del 'conocimiento'.
La demanda por estudios más superiores que los de la Educación Superior existe en abundancia. Y la oferta no se queda atrás. Para las universidades, ofrecer postítulos, diplomados, magísteres, cursos de perfeccionamiento es un negociazo y por eso han debido también diferenciar su oferta, para liberar un mercado que ya estaría saturado. Un Magíster en Gestión ya no dice nada, por lo que ahora llevan los apellidos de: Ambiental, Ambiental de Proyectos, Cultural, de Empresas, de Escuelas Efectivas, de Operaciones, de Organizaciones de la Salud, de Organizaciones con Mención en Recursos Humanos, de Organizaciones con Mención en Marketing, de Organizaciones con Mención en Finanzas, de Organizaciones Públicas, de Recursos Humanos, del Conocimiento en Intervención Cognitiva, del Desarrollo Regional y Local, Educacional, Empresarial, en Desarrollo Sustentable, En Políticas Nacionales con Mención en Educación y Cultura, Escolar de Calidad, Estratégica Pública y Desarrollo Local (reinventando gobiernos), Farmacéutica y Framacia Asistencial, Jurídica de las Empresas en el Siglo XXI, (noten que vamos recién en la J!), Mención Control, Mención Control en Contabilidad y Finanzas, Mención Finanzas y Contabilidad, Mención Tributación Internacional, Pública, Pública, Desarrollo Local y Regional (no es lo mismo que el de Desarrollo Regional y Local), Tributaria, Turística y Hotelera, y Dirección de Empresas, y Dirección Educacional, y Planificación Ambiental, y Políticas Públicas, y Tecnología Ambiental.
Ponga usted una universidad, ofrezca un Postítulo en Psicología, Desarrollo Cognitivo Neuropsicoliberal con Mención en Psicoanálisis y Terapias Transfiguracionales y tendrá colas de gente enviándole su autógrafo, fotografía, notas de la universidad y una carta llena de mentiras y buenas intenciones. Si es magíster, tanto mejor.
Así entiendo la existencia de los más bizarros robos a mano armada de este tiempo. Además de ofrecer carreras sin ningún futuro y que no satisfacen función social alguna más que mantener a los adolescentes ocupados pensando en tomas y molotov, universidades privadas y públicas, institutos profesionales y centros de educación de las fuerzas armadas le entregan, a cambio de un suculento cheque, un cartón que carece de todo valor de mercado. Su sustento está en la vacua esperanza del postulante y la sedienta cuenta corriente del oferente.
Tras una revisión exhaustiva, propia de la rigurosidad de Lateándola, de los 8978 programas de Educación Superior registrados en la base de datos de público acceso del Consejo de Educación Superior dispongo a ustedes de los más eclécticos y bizarros programas para seguir estudiando… en caso que su título profesional o licenciatura no le satisfaga, o que tema dejarse guiar por la mano invisible del mercado laboral, o que un vacío existencial le llene su vida y le guíe a buscar un nuevo maestro o guru guru.
Señoras y señores, por favor ayúdenme a descifrar la diferencia entre el “Diplomado en Sexualidad Humana” que ofrece la Universidad Católica del Norte y el “Diplomado de Sexualidad Humana” que ofrece la Universidad Diego Portales.
Explíqueme qué vocación democrática puede llevar a alguien a satisfacer expectativas cognitivas en un programa que es más bien un manual para crear un Estado Totalitario: “Diplomado en Economía Política y Planificación de la Información, la Comunicación y la Cultura”. El complot político no podía ser tan evidente, por lo que le pusieron un subtítulo paradójico a tan oscuro plan político: “Participación y Desarrollo”.
Sigamos.
Magíster en anatomía humana. Confíe en mí que le sale más barato sacar un libro de la Biblioteca Nacional, leer y memorizar, tal como lo hacen los alumnos de primer año de medicina que pagarle a la Universidad Nacional Andrés Bello.
La Universidad Adolfo Ibañez, por otro lado, ofrece tres diplomados en Focusing: El Arte de Dialogar con el Cuerpo (programa intensivo), el Arte Terapéutico de Dialogar con el Cuerpo, y Teoría y Práctica de la Psicoterapia Experimental. Estos son solo tres de la amplia gama de postítulos, diplomados, cursos y magísteres en pseudo-psicologías que se ofrecen en el país. Entre ellos los con mención en Clínica, Educacional, Social Comunitaria, de la Salud, Psicoterapia Integrativa, Psicoanálisis, Psicoterapia Estratégica Sistémica, Analítica Junguiana, Psicoterapia Experiencial, Organizacional, Jurídica y Forense (extraña mezcla).
Hay otros que seguramente entregan menos retornos que leer la colección completa del Condorito: Diplomado en Cuerpo, Imágenes y Máscaras, Diplomado en Discurso Académico y Habilidades Interculturales, Diplomado en Disfunción, Diplomado en Gestión de Técnico Económico de Voladura de Rocas (¡!) y los diplomados en marketing: deportivo, gerencial, integral, moderno que son claramente distintos de los diplomados en gestión y marketing deportivo y turístico.
Pero me gustaría ser parte de cuatro diplomados, solo para ver a la gente que postuló y fue aceptada y engañada: a los pobres tipos que los enviaron de sus empresas para hacer el Diplomado en Historia Institucional y a los papasfritas que se tragaron la publicidad del Diplomado en Management.Com. O a quienes se enrolaron en el Curso Arqueología del Tarot: Contexto y Procedimiento de una Mántica Analógica y en el Diplomado en Estudios Estratégicos Vecinales.
27.4.08
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