Si los nombres personales son de importancia fundamental, también lo son los nombres institucionales. Aquí no tenemos que recurrir a las artes esotéricas sino a la ciencia de la publicidad para comprobarlo. El millonario mercado del branding se basa en este supuesto y el re-branding le aserruchó el piso a los consultores organizacionales. La cultura de una empresa depende más del nombre que tiene, de la imagen que transmite que de sus miembros. No quiero meterme en discusiones fenomenológicas ni de qué pasó con eso de que “el todo es más que la suma de las partes”. No. Esa lata con elefantiasis múltiple la dejamos para otro día.
Las familias que se sostienen con ingresos del diseño gráfico, la publicidad y la comunicación estratégica pueden avalar lo anterior. Tanto así que hay gente que cree que con solo cambiándole el nombre (rostro) al TranSantiago todo sería mejor. Nada del ‘same shit different flies’ (seim shit diferent flais). Usted saque las moscas, traiga mariposas y listo, se acabó el problema.
No soy un gurú organizacional ni se me ocurre esto por leer religiosamente el Harvard Business Review. La verdad de las cosas es que la fórmula es archi conocida y en el mercado educacional ya lo saben. En igualdad de condiciones los padres prefieren matricular a sus hijos en un colegio con nombre en inglés. La fórmula la conoce la Gladys González (la Cuca), dueña de parrilladas, discotecas, moteles y… colegios. Todo en plural. Uno de sus colegios se llama Saint Mary Joseph, y no lleva ese nombre porque la Cuca es ex-alumna del Villa María Academy y su profesora predilecta se llamaba Sister Mary Joseph. No, se llama así porque su nieta se llama María José. No sé si María José será tan santa como su abuela.
Así que ya sabe, si quiere tener alumnos en las aulas de su establecimiento educacional póngale nombre en inglés. No importa si los profesores de inglés (si es que tiene) sacan 20 puntos en el TOEFL, la marca es lo que importa. Los invito, por lo tanto a revisar las brands de nuestro sistema educacional.
Veamos.
La Pontificia Universidad Católica de Chile tiene convenio con universidades en todo el mundo. La universidad de Heildelberg tiene programas en Chile. Pero, ¿sabía usted que la Universidad de Cambridge, fundada en 1209 y que figura entre las universidades mejor ubicadas en las más variadas jerarquías tiene sucursales educacionales en Chile? Así es, tenemos un Colegio Cambridge, un Colegio Superior Cambridge, un Cambridge School, un Cambridge College y, por si fuera poco, un Cambridge Academy.
Oxford, la otra gran universidad británica y otras renombradas instituciones de Educación Superior inglesas también dicen presente: Oxford College, Southern Oxford College, York College, Kent College, Wessex School y el Wexford College. La realeza británica (aunque no sé hasta qué punto legitiman algo en el terreno educacional) también llega a nuestras tierras: Windsor School, Queen Victoria College, King Edwards School y Victorian School (¡uf!). No conforme con esto, la totalidad de la tradición británica se concentra, cual aleph, en la docencia: English College, English Ladies School, British College, British High School, British Royal School, Britania School, Great Britain School y The British School.
No crean que solo nos debemos a la tradición educacional británica. Dos de los founding fathers (faunding faders) de Estados Unidos se dieron el tiempo de visitarnos y fundar el Benjamin Franklin School y el Thomas Jefferson School. Abraham Lincoln, por su parte, fue más generoso: Abraham Lincoln School, Lincoln College y el Lincoln International Academy. Directo de los Estados Unidos también vienen el Denver Colorado School, Phoenix College, Boston College La Farfana, Boston College Maipú, California School, The Maryland College, The American School, American College, North American College y Anglo American International School. Y eso que el Campvs College antes se llamaba United States Academy.
¿Oceanía? También: Australian College Tercer Milenio, The Auckland School y The Pacific School.
Y como si fueran compatibles, la tradición educacional inglesa y estadounidense convergen astutamente en el American British School.
Más aún, considerando que nuestro pueblo figura entre los más religiosos del mundo, no hemos de extrañarnos con la anglificación de la revelación santífica: Colegio Inglés Saint Mary, Colegio Inglés Saint John, Colegio Saint Joseph, Colegio Saint Paul, Saint Mary School, Saint James School, Saint Peter College, Saint George’s School, Saint George’s College, Saint Thomas College, Saint John’s Villa Academy, Saint John’s School, Saint Gregory’s College, Saint Angela’s School, Saint Benedict College, Saint Charles School, Saint Charles College y Saint Christian College.
¿Ya se aburrieron?
Sigo. Saint Gabriel’s School, Saint Gaspar College, Saint James College, Saint Joseph C. Thomas School, Saint Joseph High School, Saint Louis School House, Saint Margaret Rose School, Saint Mary Joseph (¡el de la Cuca!), Saint Patrick’s School, Saint Paul’s School, Saint Peter’s School, Saint Rose School y Saint Thomas College .
Esto, además del The Annunciation School, Trinity College, el Trinity School y el Saint Trinity College.
Y traducciones cristianas menos afortunadas como San Cristóbal College, San Sebastián School, San Fernando College, Santa Bárbara College, Santa Helena College y Santo Domingo Country School.
Algunas adaptaciones del idioma inglés son o bien neutras en sus valoraciones o simplemente incomprensibles: Sun Valley College, Chillán Valley English School, Curacaví College, Limache College,Chilean Eagles College,Christian Garden School, Castle College y Colegio Polivalente Falcon College.
Mis favoritos. Atención.
Maya School (no sé si es por la tierna Abeja Maya o por los coloquios que sostenían los sacerdotes mayas en Cambridge en el siglo XIV). De lo que sí estoy seguro es que los coloquios del siglo XV en Oxford dan origen al Leonardo Da Vinci School.
Charly’s School, Evelyn’s School, Hellen’s College, Peter College, Jonathan College (Carlitos tenía una picada en Matucana, Evelyn una botillería en Departamental, Helena un tople en Avenida La Feria, Pedro movía mote en La Legua, y el Johnny era contador de Inverlink, pero les bajó la filantropía y ahora tienen colegios).
Kid’s World School (les aseguro que sale gente de Cuarto Medio de él). Ahí van los que no quedaron en el Junior College, que a su vez son los que no fueron admitidos en el Master College.
Farmland School, Colegio Inglés Little Flowers of Wisdom y The Garden School (me imagino que en directa alusión a esa extraña pseudtraducción que es The Grange School).
The Giant School es nuestro Goliat educativo en Antofagasta que se enfrenta a no un David (The Little School) sino dos Davides (The New Little School).
Si usted tiene dos hijos, le sugiero que ponga a uno en el The Integrity College y al otro en el Friendly High School, como para compensar.
Subercaseux College y Corona College. Plop.
Y, por favor, no confunda el Villa María College de Machalí con el prestigioso Villa María Academy.