22.11.07

El Automóvil

En la mayoría de los países el hito que marca la ciudadanía de su persona es su capacidad de votar en elecciones libres (no me detendré en el concepto de ciudadanía en aquellas naciones que no sostienen elecciones libres, podemos discutirlo latamente en otro momento). Usted puede votar, ergo es un ciudadano hecho y derecho. La inhabilitación para votar indica a) que su capacidad de juicio no es lo suficientemente madura como para encerrarse en una urna y marcar una preferencia o b) que su compromiso con el Estado Nación es considerado insuficiente por la Constitución.



Si la primera cláusula se aplica a menores de edad, hospedados en instituciones de salud mental, reos y ex reos, la segunda se aplica a inmigrantes y emigrantes (sin importar si ese traslado fue producto de una decisión o una de las tantas y generosas becas que ha otorgado nuestra patria… sí, también esas becas obligatorias). Todavía no tengo claro si la razón por la que los uniformados no votan es por cumplimiento de la primera o segunda cláusula (ambas dirán otros, pero es otro tema del que podemos discurrir larga y latamente).


Eeeen fin.


Cuestión que en el estado de Indiana, aquella gloriosa nación de cornfields (cornfilds), obesity (obisiti) y highways (jaigüeis) que se jacta de ser el estado de la Unión que más vicepresidentes ha aportado, usted puede votar si demuestra tener residencia en el estado. Así es, si usted muestra una cuenta de electricidad, agua, cable o tarjeta de crédito que esté a su nombre y que llega a una dirección en este estado, usted puede ejercer el rito ciudadano. Se supone que le preguntarán más cosas (nacionalidad, número de seguridad social, green card (grincard), duración y propósito de la estadía en caso de que fuera temporal, país que debería invadirse después de Irak…) pero en la práctica no lo hacen. Ergo, bajo los cánones, soy un potencial ciudadano de los Estados Unidos de América.


No obstante, eso es en los cánones. Mi teoría – y aquí se pone más densa la lata – es que se obtiene la ciudadanía norteamericana cuando usted, común mortal, se alía con la tecnología en la guerra a los combustibles fósiles, compra y se moviliza en auto.



Sí señor, el peatón no tiene espacio en este lugar. Y no es una metáfora ni nada complicado: aquí no hay veredas y el transporte público bien podría beneficiarse de los ingenieros en transporte de nuestra más prestigiosa casa de estudios. De partida el peatón es un idiota que cree que puede caminar del supermercado a la ferretería y después volver a su casa: 12 kilómetros, desde donde quiera que lo mida. El caminante es una figura más cercana a un suicida que a una persona y el ciclista que va con mochila de camping al supermercado es derechamente un extraterrestre o un perfecto idiota. Intenté las dos: ahora tengo auto.


¿Qué tiene que ver esto con la ciudadanía? ¿Con ser una persona considerada independiente y por lo tanto valorada como tal?


1. El auto es un mecanismo de expresión. Si usted quiere hacer notar su punto, quiere dar la lata, no aportar o proponer, pues se compra una calcomanía y la pega en la parte de atrás de su automóvil. Para que nadie la vea salvo el personaje que va atrás suyo – luego vendrá una compilación que es el resultado de una muestra conveniente y representativa solo de la discreción del compilador. Esta función social del automóvil está avalada institucionalmente. Usted puede elegir el motivo de su placa única, y la mía luce una bella y flameante bandera de Estados Unidos con la inscripción “In God We Trust”. Usted puede elegir otra (de universidades, gremios docentes, equipos deportivos, veteranos de guerra, sobrevivientes de Pearl Harbor (perljarbur), etc.) o incluso pagar para disponer de la combinación alfanumérica de su preferencia.


2. El auto es fuente de realización personal en tanto encarna el espíritu del hágalo usted mismo: ¡ahora el cambio de aceite lo hago yo mismo y reviso personalmente no solo el líquido de frenos sino también el de la transmisión! ¡hasta me compré uno de esos pseudo-lápices que miden la presión de los neumáticos!


3. El auto es una sede social. Las parrilladas pre-partido aquí se llaman tailgating parties (teilgueiting partis) y consisten en llevar todo en la cajuela (parrilla, carbón, hamburguesas, pan, kétchup, mostaza, y mucha, mucha cerveza), estacionar el auto, montar la sede, siempre con cerveza, varias horas antes del partido para después entrar al estadio lo suficientemente borracho como para soportar el ansiolítico fútbol americano.


4. Muy relacionado con el punto 1, el auto es el medio de individuación (no un, el). Nada de modas y ropa (ya me referiré a estos interesantes temas), olvídese de góticos, pokemones y pelolais, aquí usted forja su identidad e independencia y se diferencia de sus congéneres por el auto que tiene, por las tonteras que le pone al auto y por la música que tan generosamente comparte. Así se da usted a conocer, así usted logra ser quién es.



¿Y qué pasa con la gente que no maneja? Están obligados a pedir favores para integrarse y, en razón de ello, son cargas sociales que dependen de la bondad del vecino o familiar: igual que los niños, los presos o los enfermos mentales (que, si se remite al primer párrafo, según los cánones no son ciudadanos porque no votan).


Conclusión: la lana que da sustento al tejido social (sí, tal como ese juego mamón de Boy Scouts) no es ni el ejercicio democrático, ni la familia, menos la asociatividad y por ningún motivo los valientes soldados que aseguran la libertad y paz de esta tierra: es el automóvil. Con él usted puede forjar su identidad, relacionarse con sus congéneres, entretenerse el fin de semana e inundarse con el sentimiento de realización de no haber necesitado a nadie más para mantener funcionando su mecanismo de inserción a la sociedad. Todo en uno, un kit de integración social.



Díganme si no es práctico.

9 comentarios:

A.B. dijo...

Guille, los uniformados votan. Mal que mal, uno de los fundamentos históricos de la ciudadanía política consistió en la conscripción obligatoria (i.e. pasarle un fusil a un campesino).

Por lo demás, tu artículo es un auténtico y generoso aporte a la lata. Mis felicitaciones nuevamente.

Me da gusto saber que has podido realizar el sueño americano y estés afirmando tu identidad mediante un automóvil.

Con lateros saludos,
A.

montt (el que no dibuja ni palitos) dijo...

Es cierto. Los militares en Chile votan desde el año 1925 y tal derecho les fue ratificado el año 1980.

Tenía la idea que no votaban por contar con el monopolio de uso de la violencia, por lo que si el candidato electo no fuera el de su gusto las consecuencias podrían ser un poco más graves.

Muchas gracias andrés, hemos dado muerte súbita e inmediata a ese tema.

Que tenga usted un muy buen día.

Fran dijo...

Montt EQNDNP:
clap clap cla. Como siempre un agrado leerlo. Interesante el tema de los tailgating parties . Estos gringos son más raros de lo que pensaba,
Siempre me ha llamado el tema de las patentes, al igual que la de las chequeras. En definitiva, hay libertad creativa, y mientras tenga los datos suficientes para su "normal entendimiento", ¿¿uno puede poner cualquier custión??

solanat dijo...

Estimado Señor Montt:
Estupenda lata para ser leída un viernes después de almuerzo en la oficina... felicidades. No puedo dejar pasar (lateramente) que se le olvidó poner cómo se lee/pronuncia "In God We Trust"...
Ahora tengo una pregunta: ¿qué lo llevó a elegir una patente tan yankee (yanqui)? ¿no había algún otro motivo, menos "american"?

Saludos

ST

El que no aporta dijo...

Soberana lata la que acaba de dar, estimado. Sin duda se está superando a sí mismo en este arte.

Por supuesto que los militares votan. A lo mejor se confundió usted con el término ése de la "no deliberación", que no consiste en un impedimento para votar, sino básicamente en que les está vedado emitir opiniones y juicios políticos.

Fue, por dar un ejemplo, lo que le costó la carrera en el Ejército a Daniel López III, luego de su encendido discurso en el funeral de su abuelo.

Déjeme decirle que eso de reafirmar su identidad con el auto me parece muy, pero muy yanqui. Déjeme decirle, también, que por estos lados se ve cada vez más, probablemente debido a la infuencia hollywoodense.

En todo caso, los que no se reafirman en autos, lo hacen en sus peinados, su ropa, sus perros u otros accesorios. Siempre cabe reafirmarse en ealgo. Yo, por ejemplo... no sé, déjeme pensarlo y le cuento.

Anónimo dijo...

lata densa para hoy voy a darle yo también... ;)
si se limita esa reflexión referendística, a lo que la constitución chilena nos ofrece, habría que agregar una tercera opción:
La inhabilitación para votar indica a) que su capacidad de juicio no es lo suficientemente madura como para encerrarse en una urna y marcar una preferencia o b) que su compromiso con el Estado Nación es considerado insuficiente por la Constitución, o C) que no ha hecho el ejercicio de ir a inscribirse. Porque le da una lata horrible; porque le importa un bledo todo el asunto ("mientras más lejos mejor"); porque ni sabía que tenía que ir a un lugar específico en determinadas fechas para hacerlo y/o porque es, en definitiva, la opción que le queda para reservarse esa inquietante e incisiva forma de expresión: no votar at all.

montt (el que no dibuja ni palitos) dijo...

Fran,

Me está comenzando a perturbar la abreviación EQNDNP. Un breve y disléxico acercamiento me lleva a ver QEPND: que en paz no descanse.

Respecto de la libertad creativa en su placa única, está restringida. Sabrá usted que eso de la libertad de expresión se reduce finalmente al número de veces que usted puede decir "libertad de expresión" sin que lo acusen o demanden por algo. Su elección no puede tener connotación ofensiva o contenido sexual explícito, ni términos vulgares, que denigren (verbo que ya cumple su función) a grupos raciales o étnicos o que hagan referencia al alcohol o drogas.

Así que no va a poder lucir en su auto GRL RAPR, BOY FCKR O JALEMOS.

...

Solana,

Se pronuncia (in god güi trast).

Me creerá usted que existe otra placa gratis más neutra, que hace referencia al carácter agrícola de este estado. Las demás tienen un costo extra.

Pero verá usted que el azul combina mejor con el blanco de mi bólido que que el verde.

...

El que No Aporta,

Además de los perros, ropas y peinados se estila afirmar la identidad a través de los hijos. ¿Usted quiere enseñarle a Bielsa cómo tiene que hacerlo para no sacar a Iturra? Pues puede voluntariamente ser el Coach (couch) de un equipo de fútbol de menores. O arbitrar si echa de menos a Javier Castrilli. O entrenar en la asociación de bolos. Pero para todo esto tiene su auto y puede poner en su parte de atrás la calcomanía del equipo, de la asociación o la imagen de Javier Castrilli.

...

Florencia,

Ya que lo menciona, permítame señalarle brevemente que la categoría que usted señala como c) no es excluyente de la que yo indico como b). El nivel de compromiso de alguien (llámese X) con algo (llámese Y) se puede medir fácilmente con lo que X está dispuesto a sacrificar (llámese Z) por Y. Utilizando su ejemplo, sea Z un vector que contiene los siguientes elementos i) dirigirse a la junta electoral más cercana y ii) mantenerse atento a los plazos de inscripción.

Pues bien, podemos crear la siguiente función. A medida que aumenta el compromiso de X con Y, el costo de Z es menor, por lo que Z efectivamente acontece. Si, por el contrario, el compromiso de X con Y es bajo, el costo percibido de Z es mayor, por lo que Z no acontece.

QED (queda entonces demostrado) que lo que usted señala como c) es efectivamente un elemento del conjunto que indico en b).

Para los leguleyos: Objeción No a Lugar.

Espero reciba usted y los demás distinguidos lectores mis más atentos saludos.

Katy Becker dijo...

Demasiado injusta la vida, leí este post el día en que fue emitido, era la primera en escribir un post y los malditos de informática me bloquearon el formulario y cagué, nuevamente me cortaron las alas.

En fin, déjeme decirle que este es el post con que más me he reído, te imagino pedaleando con una mochila scout gigante rumbo al supermercado y me da risa, jajaja.

No queda más que felicitarlo por tener un auto tan re patriota

montt (el que no dibuja ni palitos) dijo...

Katy, un trabajo en el que te limitan las posibilidades de sacar la vuelta es simplemente inconstitucional, atenta contra nuestra individualidad, nuestra capacidad de tomar decisiones y contra nuestro derecho constitucional como persona. Atenta, además contra el derecho internacional por cuanto es un atentado a quemarropa contra lo más propio de nuestra cultura: la flojera y la procastinación.

Respecto de la triste escena del supermercado en bici. No exagero en complementar que era de noche (y aquí como no hay peatones, no hay necesidad de luminaria pública), y el tráfico no era despreciable. Una escena tan triste y patética como la de los Hermanos SinDolor o de JackAss.

Saludos

...

El miércoles, a su llegada al trabajo estará disponible otro capítulo de esta serie. El mismo canal a la hora que ustedes gusten.